sábado, 1 de octubre de 2011

Una lección sobre las Palabras (de casa en casa)


Cómo señalé en un comentario anterior, las palabras actualmente tienen sentidos muy diferentes a lo que culturalmente se pensaba hace 2000 años. No es que de “casa en casa” sea una traducción incorrecta. En realidad la verdadera cuestión es, ¿qué significaba  de "casa en casa"? ¿Era sinónimo de "puerta en puerta" tal y como lo usan los Testigos? ¿O tenía simplemente el mismo sentido que "en hogares privados", tal y como vierte la Traducción del Nuevo Mundo la frase idéntica en Hechos 2:46? La misma Traducción del Nuevo Mundo , usa ésta misma frase griega (kat'oikon) cuatro veces para referirse al lugar de reunión de creyentes cristianos en ciertos hogares de discípulos. (Véa The Kingdom Interlinear Translation en Romanos 16:5; 1ª Corintios 16:19; Colosenses 4:15; y Filemón versículo 2.) En estos versículos se traduce la frase griega como "en sus casas," "en la casa de ella," y "en su casa." Todo esto ilustra que la frase se usó en referencia a hogares privados de discípulos.

Esto demuestra que  el principal método de testificación cristiana tal como se entiende hoy no es tal. Lo que Jesús señaló en Lucas  y Mateo  exigiría que fueran a los hogares de la gente, donde personas 'merecedoras' prestarían atención a las "buenas nuevas". De este modo, aquellos discípulos también hallarían alojamiento para la noche. Y de alguna forma esta testificación estaría vinculada a una persecución ya que los enviaba como “ovejas en medio de lobos”.  Al parecer el hecho de hacer caso a la advertencia de evitar “transferirse de casa en casa” (Lucas 10:3,7) en un sector o lugar era un método para actuar como serpientes pero a la vez siendo inocentes como palomas. Ciertamente era una forma sagaz de dar testimonio pensado en las persecuciones futuras.

“41 Estos, por lo tanto, se fueron de delante del Sanedrín, regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor del nombre de él. 42 Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús” – Hechos 5:42.

Notamos como el dar testimonio en las casas u “hogares privados” era una actividad paralela a predicar en el templo. Nunca se quiso mostrar que existía una superioridad o más trascendencia espiritual de una forma sobre otra. Cómo hemos señalado Jesús dio testimonio en decenas de circunstancias DIFERENTES y los apóstoles hicieron lo mismo. No hay razón para establecer que “en los hogares privados” fueran la piedra de toque o el sello distintivo de los cristianos. Y aún así, todo indica que “en los hogares privados” estaba relacionado con las instrucciones registras en Lucas y Mateo al predicar en un hogar, enseñar en este, y recibir alojamiento.

“Sin embargo, desde Mileto envió a Éfeso y mandó llamar a los ancianos de la congregación. 18 Cuando llegaron a él, les dijo: “Bien saben ustedes cómo desde el primer día que puse pie en el [distrito de] Asia estuve con ustedes todo el tiempo, 19 sirviendo como esclavo al Señor con la mayor humildad mental y con lágrimas y con las pruebas que me sobrevinieron por los complots de los judíos; 20 mientras no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. 21 Antes bien, di testimonio cabalmente, tanto a judíos como a griegos, acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús”- Hechos 20:17-21.

Pablo mismo habla de enseñar a esos hombres primero "públicamente" y después les enseñó de "casa en casa." En realidad, en el capítulo que precede al ya citado (es decir, el capítulo diecinueve de Hechos) la Biblia misma nos habla acerca de la verdadera actividad de Pablo en Efeso. ¿Qué muestra el propio relato de Lucas (como el escritor del libro de Hechos) en cuanto a cómo y dónde dio Pablo "testimonio cabalmente tanto a judíos como a griegos" acerca del arrepentimiento y fe en Cristo?

Hechos capítulo diecinueve muestra que, cuando llegó a Efeso, Pablo "encontró a algunos discípulos, “unos doce, que no sabían nada acerca de recibir el don del Espíritu o acerca de ser bautizados en el nombre de Cristo, y que habían sido bautizados en el bautismo de Juan”. Pablo los bautizó en el nombre de Jesús. Pero debe notarse que esos hombres ya eran "creyentes," "discípulos," cuando los encontró. El les enseñó, no como a extraños que no estuvieran informados, sino como a hombres que ya eran discípulos. 
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El caso de ellos se puede comparar con el de Apolos, que se describe en el capítulo que le precede como que "solo conocía el bautismo de Juan" cuando Aquila y Priscila vinieron a conocerle. (Hechos 18:24-26) A pesar de todo, aún antes de que ellos "le expusieran con mayor exactitud el camino de Dios," Apolos ya había estado "hablando y enseñando con corrección las cosas acerca de Jesús" en la sinagoga. Aunque estaba incompleto en su entendimiento, él era ya sin duda un cristiano cuando Aquila y Priscila lo encontraron. Además, no lo encontraron yendo de puerta en puerta, sino mientras ellos mismos asistían a la sinagoga. No hay suficiente razón para ver a los doce hombres de Efeso de manera diferente. Después de describir el bautismo de esos hombres por Pablo, el registro en hechos capítulo diecinueve pasa a decir: 

 “8 Entrando en la sinagoga, él habló con denuedo por tres meses, pronunciando discursos y usando persuasión respecto al reino de Dios. 9 Pero cuando algunos persistieron en endurecerse y en no creer, y hablaban perjudicialmente acerca del Camino delante de la multitud, se retiró de ellos y separó de ellos a los discípulos, y pronunciaba discursos diariamente en [la sala de conferencias de] la escuela de Tirano” – Hechos 19:8-9.

Esto es lo que relata el testigo presencial Lucas en cuanto al ministerio de Pablo en Éfeso. Muestra que algunos de los que escuchaban los discursos de Pablo en la sinagoga durante aquellos tres meses, o ya eran discípulos o con el tiempo llegaban a serlo. No dice que los que aceptaban el Cristianismo por medio de esos o de cualesquier otros, fuese como resultado de “actividad de predicar de casa en casa” como se entiende hoy. Toda la evidencia bíblica que hay indica que lo más probable es que fuera como resultado de escuchar los discursos públicos de Pablo en la sinagoga. Considere esa evidencia tal y como se presenta en el relato de Lucas:

A través del libro de Hechos hay ejemplo tras ejemplo de personas que llegan a ser creyentes como resultado de discursos dados en lugares públicos o de manera pública. Los 3.000 en el Pentecostés estaban reunidos públicamente para oír a Pedro y a los otros discípulos hablar, y que cada día se arrepentían y llegaban a ser creyentes. No respondían a la llamada de alguien en las puertas de sus casas. (Hechos 2:1-41) Aunque es cierto que Cornelio y sus asociados oyeron el mensaje del arrepentimiento y de la fe en Cristo en su propia casa, la visita de Pedro allí no estaba relacionada con alguna "actividad de predicar de casa en casa" sino que era una visita específica a solo aquel hogar. (Hechos 10:24-48) En Antioquía de Pisidia, como resultado de que Pablo hablara en la sinagoga a ciertas personas, judíos y prosélitos, "siguieron a Pablo y a Bernabé" para oir más. (Hechos 13:14-16, 38-43) Si estaba envuelta alguna casa, era lo más probable la casa donde Pablo y Bernabé estaban alojados, con esas personas interesadas visitándoles en esa casa, lo contrario de que fueran visitados en sus puertas por Pablo y Bernabé. (Compare una situación similar en el ministerio de Jesús en Juan 1:35-39.) El sábado siguiente, "todos los que estaban correctamente dispuestos para la vida eterna llegaron a ser creyentes"-en la sinagoga según todas las indicaciones. (Hechos 13:44-48) En Iconio, el relato dice que Pablo y Bernabé hablaron otra vez en la sinagoga y que "una gran multitud tanto de judíos como de griegos llegaron a ser creyentes." Ellos 'se arrepintieron y pusieron fe en Cristo' como resultado de la enseñanza pública en la sinagoga y sin ninguna mención a alguna "actividad de casa en casa". (Hechos 14:1) En Filipos, Lidia 'abrió su corazón y respondió al mensaje de Pablo,' pero fue junto a un río y solo después de eso Pablo entró en su casa como su huésped. (Esta situación ilustra de manera muy clara, cual pudo haber sido el caso de los discípulos de Jesús en sus viajes de predicación y de cómo aplicaron su instrucción acerca de permanecer en los hogares de personas 'merecedoras.') El carcelero filipense que más tarde se convirtió, llegó a conocer a Pablo cuando éste era su prisionero en su cárcel y el que Pablo entrara en su casa se debió a que el carcelero quiso saber más, no a una visita en su puerta sin haberlo solicitado. (Hechos 16:12-15, 25-34) En Tesalónica, el resultado del razonamiento de Pablo con la gente en la sinagoga durante tres sábados fue que "algunos de ellos llegaron a ser creyentes y ellos mismos se asociaron con Pablo y Silas , y una gran multitud de entre los griegos que adoraban a Dios" también lo hicieron - de nuevo, enseñanza pública en la sinagoga sin mención alguna a actividad de predicar "de casa en casa". (Hechos 17:1-4) En Berea, cuando llegaron, "entraron en la sinagoga de los judíos" y “muchos de ellos llegaron a ser creyentes, y también no pocas de las mujeres griegas estimables y no pocos de los varones” (Hechos 17:10-12). 

En Atenas, después de que Pablo hubiese hablado públicamente en la sinagoga, en el mercado y en el Areópago, todos lugares públicos, algunos "se juntaron a él y llegaron a ser creyentes." (Hechos 17:16-34) En Corinto, mientras Pablo estaba alojado en el hogar de Aquila y Priscila, "todos los sábados pronunciaba un discurso en la sinagoga y persuadía a judíos y a griegos." Cuando la oposición lo obligó a que saliera de la sinagoga, se fue a la puerta contigua, el hogar de Tito Justo y usó esa casa como lugar de enseñanza, y el relato dice, "Pero Crispo, el presidente de la sinagoga se hizo creyente en el Señor, y también toda su casa. Y muchos de los corintios que oyeron empezaron a creer y a bautizarse." (Hechos 18:1-8) Crispo y su familia habían oído inicialmente las buenas nuevas en la sinagoga y más tarde solo en su hogar cuando se usó como lugar de reuniones, y no estuvo envuelta ninguna visita de puerta en puerta. 

Todos estos relatos son anteriores al relato de la actividad de Pablo en Éfeso. Según todos esos relatos, ¿éxactamente dónde había hecho eso Pablo? ¿Lo hizo con alguna clase de actividad de puerta en puerta? ¿O en lugar de eso, lo hizo en lugares públicos, principalmente sinagogas? Cuando sí estaban envueltos hogares, ¿había ido el apóstol hasta allí en la actividad de puerta en puerta o había sido invitado en cada caso a aquel hogar específico? La gente, "judíos y griegos", ¿se había arrepentido y llegaba a ser cristiana a través de la enseñanza pública en las sinagogas? Claramente, así fue. Delante de toda esta evidencia de las Escrituras mismas y de las palabras de Lucas como testigo ocular llegamos a la conclusión correcta.

Pablo dice que él enseño a personas en Éfeso "públicamente y de casa en casa." Si el primer método es público, el segundo, razonablemente, es privado. Cuando observamos todo el libro de Hechos de un modo amplio y detallado (como un todo), lo que ocurrió en Éfeso claramente pudo haber sido, que Pablo encontrara creyentes como resultado de hablar en la sinagoga y más tarde en la escuela de Tirano, y que después de eso fuera a los hogares de tales creyentes, de un hogar a otro, dándoles, no instrucción pública, sino privada, instrucción personalizada. Una argumentación honesta, por lo menos reconocería esto como una posibilidad, y si se da importancia a todos los ejemplos bíblicos anteriores, el reconocer esto es la explicación más razonable. 

Una lección sobre las Palabras
Algunos lectores de este blog a menudo consultan si hay una Traducción que esté lo más apegada a los sentidos originales en cada palabra de dicha Biblia. Mi respuesta es que no hay ninguna que satisfaga esa expectativa. La razón es que no debemos solamente enfocarnos en las palabras aisladas y ver si cada frase o palabra quiere decir tal cosa o cual cosa. Cierto, ese entendimiento es muy importante porque nos sirve de comparación para llegar a un entendimiento correcto. Pero finalmente no es el factor determinante final. ¿Por qué? Por que las palabras pueden ser similares o idénticas a las pronunciaciones actuales, pero su sentido o significado puede ser completamente distinto.

Por ejemplo, hemos recalcado que la traducción “de casa en casa” no es incorrecta. Es equivalente a en “los hogares privados” o “en las casas”. El punto es el sentido y el entendimiento que se le da a esa expresión. ¿Significaba ir de una casa a otra de forma consecutiva por una calle? A la luz de toda la evidencia y los contextos no. ¿Significa que esa forma de predicar esté errada? Tampoco. Sin embargo, no puede alegarse que esa forma de predicar sea superior o el rasgo distintivo de la predicación. De hecho, ni siquiera debería mencionarse eso, puesto que no hay evidencia de que los cristianos lo hiciesen así.  Incluso esa forma de actividad puede ser impractica, improductiva e innecesariamente expuesta en muchos sentidos.  Entonces obtenemos la conclusión que de “casa en casa” era similar a las visitas de un Médico, él cual puede tener una ruta propia de visitas a diferentes hogares en su localidad. El estaría trabajando de “casa en casa” realmente de forma distributiva y no consecutiva.

Todas las organizaciones religiosas tienden a centrarse en uno o dos aspectos. En algunas frases o porciones para realizar interpretaciones sectarias y aisladas de las Escrituras. De esta forma construyen dogmas y doctrinas que controlan a la gente con cargas innecesarias. 

Las Iglesias Evangélicas cometen este error por ejemplo en cuanto a insistir en que “adoración” es la expresión correcta cuando se refieren a Cristo, en vez de “rendir homenaje”.  Claramente la expresión “adoración” puede que sea correcta. Pero ¿significa “adoración” lo mismo hoy que hace 2000 años en una cultura y sociedad diferente? ¿Es correcto el sentido que se le quiere dar? Quienes insisten en decir que con esto se prueba que Jesús es el mismo Padre, cometen el mismo error sectario de quienes afirman que de “casa en casa” significa ir de puerta en puerta por una calle.

Los Adventistas cometen otro error al interpretar erróneamente frases del apóstol alusivas al “descanso sabático” del Pueblo de Dios y otras palabras aisladas. Y así muchas religiones se anclan en algunos puntos para diferenciarse del resto y de esa forma generar doctrinas o normas. 

Así que la solución definitiva no se encuentra en solamente intentar entender el significado literal de cada palabra. Eso es un complemento para investigar. Pero si solo nos enfocamos en eso estaremos perdidos. Es más importante aún analizar las Escrituras como un todo, analizar el contexto, la cultura y el marco de circunstancias en que se hacen ciertas declaraciones. De esa forma, éstos hechos iluminan las palabras o frases que aparentemente pudiesen ser contradictorias con el resto de la Biblia. Esa contradicción desaparece al visualizar la Biblia como una totalidad, con un relato y mensaje claro.

Un abrazo para los lectores que buscan la verdad.